Si no existiera el metro (de transporte): No odiaría a la gente en hora punta, no odiaría la línea 6, no sabría valorar de verdad el valor de la calefacción, del aire acondicionado y del aire que respiro, ni de la burbuja del espacio vital. Tampoco sabría trasladar al mundo real las distancias, ni el tiempo (y mucho menos calcularlo). No sabría manejarme por la ciudad, ni tendría un mapa mental de ella en mi cabeza trazado por rectas, círculos y colores. No tendría miedo de andar cerca de la vía pensando si alguien me va a empujar, ni habría maquinado un plan sobre qué hacer si eso pasa. No miraría a los del andén de enfrente o los manchurrones de la pared o qué tipo de cosas echa la gente a las vías. Llegaría tarde siempre, que Madrid no es ciudad de autobuses: demasiados coches, taxistas chiflados y demasiados semáforos en rojo.
Sin metro las quedadas ¿serían directamente en los sitios a los que ir? No sabría indicar a la gente por dónde ir, ni las calles correctas. Tendría la sensación de que no amortizo lo suficiente el abono transporte y mi alcalde no tendría un motivo suficiente por el que sentirse orgulloso de algo.
No tendría un plano en cada bolso, ni lo compararía con el de otras ciudades como Londres, Moscú, Berlín, Milán, Barcelona, Bilbao, Sevilla…No tendría miedo de que las escaleras mecánicas me pillasen los pies cuando llevo chanclas, y no me preguntaría todos los veranos a mí misma si el que está debajo del todo en las escaleras me ve algo cuando yo estoy arriba y llevo vestido/falda. No habría asimilado tan bien los conceptos “higiene en verano”, “los altavoces de los móviles deberían estar prohibidos para devotos de camarón, el barrio, chundi chundi o reggaeton”, “dejen salir antes de entrar”, “si vas en las escaleras mecánicas por la derecha esperas y por la izquierda avanzas”, “la duración indicada de los trasbordos es mentira”, “atención estación en curva: al salir tengan cuidado para no introducir el pie entre coche y andén”, “pilla una posición cómoda en la barra al agarrarte” etc.
No descubriría libros nuevos, ni confirmaría si efectivamente uno de ellos se ha convertido en best-seller. No me habrían robado aquel móvil nuevo, ni me habría quedado dormida en la línea 6 tres horas y media dando vueltas aquel día de Halloween.
No me enamoraría 20 veces al día, ni me inventaría historias de la gente, ni tampoco podría pegar la oreja para enterarme de lo que le ha pasado a fulanita de tal. No me habría estudiado miles de cosas de los apuntes antes de ir a un examen, ni habría conocido al violinista de ciudad universitaria que me alegraba las mañanas al tocar Starwars o la sirenita, ni habría conocido los miles de instrumentos raros que existen en el mundo. Si no existiera el metro, no existiría esta entrada y habría anulado esta parrafada inmensa.
Hasta aquí mi disertación estúpida escrita y sin bibliografía complementaria. Sólo me apetecía compartirlo.
jajaja, muy bueno. Comparto todo menos lo de preocuparme porque no se me vea nada cuando estoy arriba de las escaleras, aunque si fuera escocés y llevase falda tampoco me preocuparía xD
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